viernes, 13 de diciembre de 2013

Hoy recibí la noticia, de casualidad.
Y me quedé fría, totalmente fría. Como si estuviera vacía de vida.
De hecho al principio no sabía de quien se trataba y pensar que esa misma pantalla hizo encendérseme la bombilla hará unos cuatro años. Y sin embargo ahora la bombilla aparece apagada, fundida diría yo.
Y no sé si ajustarla a la boquilla, retirarla y poner otra nueva (pero, ¿cuál?); o dejarla así esperando que se encienda, que vuelva a pasar la corriente, pues a lo mejor lo único que ha ocurrido es que ha saltado el automático.

Lo realmente curioso es que mientras pensaba en escribir esto caí en la cuenta de que otra de mis "auto"promesas se ve rota: ya nunca lo oiré en directo.
¿Pero realmente me importa?