lunes, 31 de marzo de 2014

Llevas poco tiempo por aquí, tan solo 7 días y te preguntarás tanto.
Yo que llegué hace más tiempo te diré un par de cosas:

Lo primero de todo es que no hagas caso a todo lo que te cuenten, pues cada uno se ve influido por sus circunstancias, así que no esperes nada, solo permite que las cosas sucedan. No seas un candado.

Tienes mucho que aprender, todos hasta el último aliento tenemos que aprender algo, estáte dispuesta a ello, solo así podrás mejorar.

Tus padres, son seres humanos, así que igual que tú cometerán errores alguna vez, perdónales, no saben hacerlo mejor, tú no vienes con libro de instrucciones y agradece que sea así, que no estés programada y que nadie pueda programarte, ni tan siquiera tú misma, así en el último instante podrás cambiar de parecer.

En el colegio descubrirás, que no todo es idílico, que hay niños malvados que solo buscarán el poder, aléjate de ellos.

En el instituto te dirán que aprender es igual a memorizar: se equivocan. Aprovecha todo conocimiento que llegue a ti, solo sabiendo todas las posibilidades que existen podrás elegir, pero que sepas que lo que llegues a aprender no vendrá en ningún manual. Por ello, a pesar de toda la tecnología existente ten a mano una hoja de papel y un bolígrafo: con solo tenerlos, tendrás en tu mano (nunca mejor dicho) la posibilidad de apuntar para una futura ocasión aquello que la vida te muestre, así que estáte atenta a las señales.

Contempla todas y cada una de las posibilidades, no cierres ninguna puerta, pero una vez dentro de una habitación, hazlo no sea que el viento que entre por la ventana (pues también existen) provoque un portazo. Una vez te hayas decidido actúa en consecuencia, pues la puerta no se abre por dentro y lo único que podrás hacer será romper la ventana y ¿quien quiere tener una ventana con los cristales rotos?

Alguna vez sentirás dolor, no huyas de él, pues el será tu sombra, intenta que no te duela, o que al menos te duela un poco menos. Que sepas también, que aún así, el sol saldrá una vez más, para ti y para aquello que te causó dolor, así que no seas resentida ni rencorosa, no sabes el motivo de porqué actúo así, y aun si lo sabes, tú alguna vez también lo causaste. El mundo al contrario de lo que te dirán, si es un camino de rosas, te pincharás con las espinas y te encontrarás con más de un capullo, pero no uses el tiempo en intentar vengarte de ellos, pues que sepas que lo que hacemos o dejamos de hacer influye en todo y cada uno de nosotros.
Antes de juzgar ponte en el lugar de otro. No actúes como no te gustaría que actuaran contigo o con alguien que te importe.

Deja que te quieran y quiere con todas tus fuerzas, no tengas miedo de hacerlo, pues el miedo te paraliza y si no te mueves dejas de estar vivo. No permitas que el miedo sea la razón de tus decisiones ni tengas vergüenza pues esta es otra forma en la que el miedo se manifiesta.
Elige aquello que te permita hacer de este mundo algo mejor, ofrécete para ayudar a quien sea, te sentirás mejor porque estarás haciendo lo correcto y cuando experimentes esa sensación lo sabrás a ciencia cierta.

Aprenderás que expresar tus sentimientos te ayudará a canalizar tus emociones, pero no dejes que otros coharten tu libertad de sentir, no maquilles tus sentimientos: ríe siempre que te apetezca (sin ofender claro está) y llora siempre que tus lágrimas asomen a tus ojos, pero intenta que la causa no sea el arrepentimiento, pues no hay sentimiento más inútil.

Piensa antes de actuar, pero actúa, no te detengas en elucubraciones.

Descubrirás que mucha gente, aparte de ser solo eso: "gente" sin más, habla para impedir que el silencio le permita escuchar su voz interior, pero sin saber lo que dice. Escucha tu vocecilla, pero que no te quite el sueño. Y hablando de sueño, no sueñes despierta, vive que los sueños están para soñar y relajar la mente.

Te darás cuenta de que las cosas, son solo eso cosas, pero que la importancia que uno les dé depende de cada uno y que eso no lo puede cuestionar nadie. Si pierdes alguna de ellas recuerda que todavía tienes tus recuerdos, pero que si un día también los pierdes, lo importante será haberlos vivido.

Cuando averigües que una canción puede hacerte cambiar el estado de ánimo, no pararás de escucharla y bailar será tu primer recurso ante una inminente niebla mental, pues el ejercicio físico provoca la segregación de endorfinas y ante ellas nadie puede resistirse.

Si quieres huir sal corriendo, pero vuelve, que tu trayecto sea de ida y vuelta.

Disfruta del sol, de una sonrisa, de una mirada, del olor a lluvia y a tierra mojada.

Vive.


Mi objetivo era darte algunos consejos a partir de  mi corta experiencia aunque sepas que tú y solo tú puedes decidir o no llevarlos a cabo.
Ahora solo espero que el día que aprendas a leer leamos juntas esto que he escrito para ti y más adelante me confíes lo que tu has aprendido.






Cosas que nunca te dije:

Te quiero
Te hecho a faltar.
“Yo no te dejo marchar (…) porque que hago yo sin ti.”
Aquello que no sé si alguna vez te diré.
Lo que siento cada vez que te miro y lo que siento cuando miro y no te veo.
El silencio que me inspira a hablar en voz alta para escuchar el sonido de una voz y el ruido que ensordece mi alma y me impide oír mi propia vocecita.
Las ganas de acallar esa vocecita interna que oigo constantemente y que dificulta estrepitosamente que tome la decisión de actuar.
El miedo que me produce el hecho de no volver a estar contigo.
Que estés conmigo.
Lo mucho que las lágrimas luchan por salir y lo poco que lucho contra ello.
Las horas que llevo sin dormir, y las horas a las que duermo.
La causa de mis desvelos.
Lo que pienso cuando estoy absorta en mis pensamientos.
A quien dirijo lo que escribo y si lo que escribo es cierto.
Las veces que leí esas letras pensando en ti.
Te perdono (por cuarta vez).
No te vayas.
No ocupes mi espacio.
No voy a hacer declaraciones.
Nada.

jueves, 6 de marzo de 2014

Mientras el agua cae sobre mi cuerpo, siento que me ahogo, que no puedo respirar, que me falta el aire, que el agua me traspasa y llega a mis vías respiratorias, que respiro (si  es que a eso se le puede llamar respirar) H2O.

Salgo de la ducha tras el intento vano, de limpiar mis ideas, de sanearlas, intento que se va por el desagüe.
Y paso de suavizar mi piel ¿Para qué? si estoy áspera por dentro.

Me visto,  me cubro las ganas de desaparecer con tela hilada.
Abro la puerta y me convierto en una más, en alguien nada fuera de lo normal, toda dentro de lo ordinario.

Transformo mi apetito por huir de donde no me encuentro porque me he perdido, en energía para seguir siendo aquello que nunca quise llegar a ser.

Se calman mis deseos, mi obsesión va menguando al ritmo que tecleo lo que ahora lees.
Pero solo por un breve instante, pues permanece latente a la espera de que alguien lo encuentre o de que cese la intención de expresarlos en caracteres alfabéticos, que poco a poco va acabando.