miércoles, 2 de febrero de 2011

Dos: veintiocho y, treinta y seis. (2)

Lunes, 31 de enero de 2011.
15:30; penúltimo vagón metro linea 3:

Gotas que nunca llegarán a formar parte de mi memoria caen sin remedio, nadie alrededor presta atención. Nadie, no.
Una mujer se levanta, se acerca a mí, acaricia mi mejilla

- No merece la pena.
Vive la vida.
Dos: veintiocho y, treinta y seis.

Sus ojos se empañan de memoria, su mente vuela, mientras sus piernas (las tres)se adhieren firmemente al suelo, para después desaparecer entre el gentío, como si nada de aquello hubiera sucedido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario