domingo, 20 de noviembre de 2011

Ya lo dijo Ángel González en 1962 en su poema ELEGIDO POR ACLAMACIÓN

Sí, fue un malentendido.
Gritaron: ¡a las urnas!
y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego.
Era pundonoroso y mató mucho.
Con pistolas, con rifles, con decretos.
Cuando envainó la espada dijo, dice:
La democracia es lo perfecto.
El público aplaudió. Sólo callaron,
impasibles, los muertos.
El deseo popular será cumplido.
A partir de esta hora soy -silencio-
el Jefe, si queréis. Los disconformes
que levanten el dedo.
Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando total del cementerio.


Y 20 años más tarde lo volvió a decir Elisabeth Noelle-Neumann en su libro La Espiral del Silencio:
" (...) en una civilización democrática que identifica la mayoría numérica con el mejor criterio".


Y lo reitero yo el 20 de 11 del 20 11, aún antes de saber los resultados de las elecciones:
"En esta sociedad "democrática" en la que vivimos confundimos el término mayoría por mejoría. He ahí el quid de la cuestión".

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