jueves, 2 de febrero de 2012

Los ángeles existen, no importa cuál sea tu religión. No importa si crees en ellos.
Pero los ángeles existen.
Existen, puede que no tengan sexo o incluso que no tengas alas. Puede que no sean blancos ni tampoco negros.

Puede incluso que no los veas, pero están ahí a tu lado.
Están cuando te sale una sonrisa al final de una mueca, están cuando se te empañan los ojos sin haberte dado cuenta, están cuando tu mirada se cruza con otra mirada, cuando oyes un Hola, un perdón o un gracias.

Están cuando te entran unas ganas terribles de escribir, pintar, leer o fotografiar algo o cuando dices: "Hoy sí, hoy me voy a comer el mundo".

A veces los ángeles te llaman por teléfono simplemente para oír tu voz, te preguntan esperando escuchar tu respuesta, te abrazan para ralentizar tus pulsaciones y calmar tu Sistema Nervioso Simpático.
A veces se acuerdan de ti al ver un póster y te lo regalan sin que sea tu cumpleaños.
A veces ven un cartel que dice "El mundo en tus manos" y piensan: ¿A quién le daría yo el mundo? ¡Dónde mejor que en tus manos!
A veces te piden perdón y otras te perdonan porque de verdad quieren arreglarlo.
A veces te repiten constantemente: ¡Ten cuidado!

Otras, otras... otras no tienen nombre, mejor dicho tú no lo sabes y les llamas ángeles.

2 comentarios: